viernes, 22 de agosto de 2008

Un breve acercamiento a Sócrates


A partir del siglo VI. aparece en Grecia un nuevo tipo de reflexión sobre los asuntos comunes, distinto al pensamiento mítico, y caracterizado por una conceptualización filosófico-política vinculada a las prácticas individuales y sociales. Especialmente en Atenas, la más populosa y pujante ciudad-estado griega, el hombre se encuentra cohabitando en la comunidad y compartiendo todos los problemas y las aventuras de la alteridad y de la convivencia. Se calcula que Atenas tenía alrededor de 30.000 habitantes.

La forma de ver el mundo y universo estaban inmersos en un proceso de rápidas transformaciones. Sería la razón humana y su mayor herramienta: “el pensar” la que revolucionaría el pequeño gran mundo griego. Quizá el artífice principal y más representativo de esos cambios sea el filósofo ateniense Sócrates.

Nacido de un padre escultor y de una madre partera en el año 470 a.c. en la misma ciudad de Atenas Sócrates pronto descubriría en el oficio de su madre una brillante analogía que relacionaría, en reiteradas oportunidades, con su pretensión de ser quien “diera a luz” a las ideas mediante el diálogo con las personas de la ciudad, por ello era muy común verlo en las plazas o espacios públicos intrincado en grandes debates preguntando, preguntando, aclarando y volviendo a preguntar. Transformándolo en su vocación. Para ello desarrolló un método conocido como mayéutica, constituido básicamente por tres etapas. En una primera etapa Sócrates se declararía ignorante sobre el tema en discusión, en una segunda etapa interrogaría al interlocutor aclarando con gran astucia las respuestas reelaborando de ser necesario las preguntas y aclarando cuantas veces creyere pertinente hasta obtener la respuesta más razonable y exacta. Y ésta sería la última etapa, donde, al precisar aquello de lo que se trata surgiría una “definición” uno de sus más grandes aportes a la lingüística. Pero Sócrates no preguntaba temas al azar, en general sus preguntas recaían sobre ideas que en la época se consideraban sobre-entendidas y muy ejemplificadas en las aventuras de los Dioses o semi dioses griegos como la valentía, la justicia o el mejor gobierno. Y lo hacía a las personalidades mas representativas de la ciudad guiando a través del “diálogo”a ciertos errores que no habían percibido. Aun sofista le preguntaría sobre la justicia, a un gran general sobre la valentía, a los políticos sobre el mejor gobierno para Atenas.

Pero este procedimiento para definir (llamado también dialéctica) a su vez demostraba lo difícil que era lograr una definición. Sin la dialéctica era imposible confundir al interlocutor, sin confundir al interlocutor era imposible hacerlo razonar, pensar… en otras palabras no podía hacerse lo que Sócrates quería hacer: iluminarlo, extraer de sus almas por medio de preguntas lo que el alma ya sabía, aunque estaba oscuro e incierto. Definir era buscar la virtud, y la virtud aparece como resultado de una infatigable búsqueda racional en el curso de la cual el hombre se va adentrando en sí mismo, conociéndose a sí mismo, a medida que va desechando toda vana curiosidad.

Por medio de estas constantes preguntas Sócrates hacía surgir dondequiera lo que antes parecía no existir: un problema. Su obra se dirigió al descubrimiento de problemas más que a soluciones. Porque el problema hacía desvanecer los falsos saberes, las ignorancias encubiertas. Para ello era necesario hacer funcionar continuamente el razonamiento.

Sócrates enseño a pensar. Por ello en Sócrates virtud y razón no son contradictorias, al punto de equiparar saber y virtud, con la condición de que el saber sea verdadero. Sin el constante razonar el descubrimiento de lo que es justo, bueno y virtuoso –sus principales máximas- sería imposibles.

Tuvo muchos seguidores, entre ellos los conocidos Platón y Jenofonte. Pero también muchos detractores, generalmente políticos, actividad que Sócrates nunca quiso participar directamente. Se suele contrastar la actividad de Sócrates con la de los sofistas, el argumento mas frecuente es que mientras que el primero buscaba una verdad única, los últimos la relativizaban. La cuestión es muy discutible y merece ser tratada por aparte.

Cuestiones históricas y políticas, que en vano trataría de resumir aquí llevaron a la comunidad dirigente conservadora ateniense a tomar medidas contra el “des-estabilizador” Sócrates. En el año 399 a.c. fue enjuiciado y condenado a muerte bebiendo la “cicuta”. Sus amigos, muy poderosos en Atenas, le ofrecieron huir, pero no pudo aceptarlo y ése mismo año murió. Se lo acusaba de corromper a la juventud, y de no adorar a los dioses de la ciudad…


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Bibliografía.

Introducción a la Teoría del Estado. Matías Castro Achával. 2007. Ed. M.C.A.
Diccionario de Filosofía. J. Ferrater Mora. 1994. Ed. Ariel filosofía.
La filosofía. Una invitación a pensar. Jaime Barylko. 1997. Ed. Planeta.

5 comentarios:

Facundo Romani dijo...

Muy bueno fado. ya te dije muy entretenido e interesante la perspectiva.

Anónimo dijo...

Lo volví a leer hay muchas cosas para corregirle, pero se puede volver muy extenso... de todas maneras es solo una aproximación, si quieren ampliar estaría bueno.

fado

Facundo Romani dijo...

en otro post fadin...

se ve que aparece gente en el blog... se va para arriba esto, jaja... estamos esperando los apores de lito y duff

Homero el bueno dijo...

ta bueno che
no se que decir realmente
que se puede aportar?



saludos che


thunder

Fado dijo...

Thuder! Podes aportar lo que quieras, algun escrito tuyo sobre filosofia,o algun autor, o algun libro que hayas leido, o si tenes ganas de hacer algo parecido a lo que hice pero de otro pensador, o un reflexión tuya.